Capítulo 9: Uganda – Explorando las cascadas y los lagos del Rift

El viaje de Ahmed lo llevó a Uganda, un país conocido como la «Perla de África». Este destino prometía una combinación de paisajes espectaculares, vida salvaje y encuentros culturales únicos. Su itinerario incluía las famosas cataratas Murchison y el lago Bunyonyi, ambos situados en la región del Gran Valle del Rift.

Llegada a Kampala y viaje a Murchison

Ahmed llegó a Kampala, la bulliciosa capital de Uganda, donde su guía, Joseph, lo recibió con entusiasmo. “Bienvenido a Uganda,” dijo Joseph. “Aquí encontrarás algunos de los paisajes más impresionantes del continente.”

Desde Kampala, viajaron hacia el Parque Nacional Murchison Falls. El camino los llevó a través de verdes colinas y pequeñas aldeas llenas de actividad. En una parada, Ahmed probó el matoke, un plato tradicional de plátanos cocidos que encontró delicioso.

Las poderosas cataratas Murchison

Cuando Ahmed llegó a las cataratas Murchison, quedó asombrado por su fuerza y belleza. El río Nilo, el más largo de África, se estrechaba en un desfiladero de apenas siete metros, creando una caída espectacular. El rugido del agua era ensordecedor, y Ahmed podía sentir la neblina fresca en su rostro.

Joseph lo llevó a un mirador donde podían ver las cataratas desde arriba. “Este es uno de los lugares más poderosos de África,” dijo Joseph. “El agua aquí ha estado fluyendo durante miles de años, dando vida a todo lo que ves.”

Más tarde, realizaron un paseo en bote por el río Nilo. Ahmed vio hipopótamos emergiendo del agua y cocodrilos tomando el sol en las orillas. También observó elefantes y búfalos acercándose al río para beber. “Es como un sueño,” comentó Ahmed mientras tomaba fotos.

Explorando el lago Bunyonyi

El siguiente destino de Ahmed fue el lago Bunyonyi, conocido por sus aguas tranquilas y las numerosas islas que lo salpican. El lago está rodeado de colinas cubiertas de terrazas agrícolas, y Ahmed quedó impresionado por la serenidad del lugar.

Joseph organizó un recorrido en canoa para explorar algunas de las islas. Mientras remaban, Joseph le contó historias sobre las leyendas locales. Una de las islas, conocida como la “Isla de la Muerte,” había sido utilizada en el pasado para castigar a mujeres que quedaban embarazadas fuera del matrimonio. Ahmed se sintió conmovido por la historia y reflexionó sobre cómo las tradiciones podían cambiar con el tiempo.

En otra isla, Ahmed visitó una pequeña comunidad que cultivaba café y artesanías. Los aldeanos le mostraron cómo tostaban los granos de café y le ofrecieron una taza recién preparada. “Este es el café más fresco que he probado,” dijo Ahmed.

Encuentro con los aldeanos

Durante su estancia, Ahmed tuvo la oportunidad de pasar tiempo con una familia local que vivía cerca del lago. Aprendió a cocinar posho, un plato de harina de maíz, y ayudó a los niños a recoger agua de un pozo cercano. Los niños le enseñaron canciones locales, y Ahmed intentó cantarlas con ellos, provocando risas y aplausos.

Una noche, la familia lo llevó a un evento comunitario donde se realizaban danzas tradicionales alrededor de una fogata. Ahmed se unió al baile, moviéndose al ritmo de los tambores y disfrutando de la energía del momento.

Reflexión al atardecer

En su última noche en el lago Bunyonyi, Ahmed subió a una colina para ver la puesta de sol. El cielo se llenó de tonos rosados, naranjas y púrpuras que se reflejaban en las tranquilas aguas del lago. Pensó en todo lo que había experimentado en Uganda: la fuerza de las cataratas, la serenidad del lago y la calidez de las personas que había conocido.

“Este viaje me ha mostrado lo hermoso y diverso que es África,” reflexionó Ahmed. “Cada lugar tiene su propia historia y su propia magia.”

Una despedida especial

Antes de partir, Joseph le entregó a Ahmed un collar hecho con semillas locales. “Esto es para que recuerdes la fuerza del Nilo y la tranquilidad del lago,” dijo Joseph. Ahmed lo aceptó con gratitud, sabiendo que su tiempo en Uganda sería un capítulo inolvidable de su aventura.

El trayecto hacia Murchison Falls

El viaje hacia el Parque Nacional Murchison Falls fue una experiencia por sí sola. Joseph condujo por caminos bordeados de plantaciones de té y café, mientras le contaba a Ahmed historias sobre Uganda y su diversidad cultural. Hicieron una parada en Ziwa Rhino Sanctuary, donde Ahmed tuvo la oportunidad de ver rinocerontes blancos en un entorno protegido.

Mientras observaban a los rinocerontes desde una distancia segura, Joseph explicó: “Este santuario es parte de un esfuerzo para reintroducir a los rinocerontes en el norte de Uganda. Son animales poderosos pero vulnerables, y estamos trabajando para protegerlos.”

La experiencia en las cataratas Murchison

Cuando Ahmed llegó a las cataratas, quedó maravillado por la intensidad del río Nilo. El agua caía con una fuerza atronadora, y la niebla formaba un arcoíris bajo el sol. Ahmed se inclinó sobre el borde del mirador para sentir la frescura de la brisa que llevaba pequeñas gotas de agua.

En el paseo en bote por el Nilo, Ahmed se acercó más a las cataratas. Los hipopótamos emergían del agua con sus ojos curiosos, mientras los cocodrilos descansaban inmóviles en las orillas. Joseph señaló a un águila pescadora africana que volaba sobre el río. “Es un símbolo de fuerza y libertad en Uganda,” dijo. Ahmed se quedó fascinado al verla atrapar un pez con una precisión increíble.

Más tarde, Ahmed y Joseph caminaron por un sendero que llevaba al pie de las cataratas. Desde allí, Ahmed pudo sentir la vibración del suelo bajo sus pies mientras el agua golpeaba las rocas. “Es como si el río estuviera vivo,” comentó Ahmed.

El encanto del lago Bunyonyi

Cuando Ahmed llegó al lago Bunyonyi, sintió que estaba entrando en un mundo de paz. Las aguas del lago eran tan claras que reflejaban las colinas circundantes como un espejo. Joseph le explicó que el lago es uno de los más profundos de África y que su nombre significa “lugar de muchas aves” en el idioma local.

Durante el recorrido en canoa, Ahmed vio varias aves exóticas, como el martín pescador malachite y el jacana africano. También notó la tranquilidad de las pequeñas islas. Una de ellas, conocida como la Isla de los Pájaros, estaba llena de nidos y cantos de aves.

En otra isla, Ahmed visitó una escuela comunitaria donde los niños le mostraron sus cuadernos y dibujos. “Ellos son el futuro de Uganda,” dijo Joseph. “Por eso es tan importante proteger lugares como este.”

La conexión con la comunidad local

Ahmed pasó una tarde aprendiendo a usar herramientas tradicionales para arar la tierra con un agricultor local. Aunque era un trabajo duro, Ahmed disfrutó de la experiencia y se sintió más conectado con la forma de vida de las personas en el lago.

En la aldea, una mujer mayor le contó una leyenda sobre el lago Bunyonyi. Según la historia, un anciano que vivía en una de las islas había protegido al lago de un espíritu maligno lanzando semillas mágicas al agua. Ahmed escuchó atentamente, fascinado por la mezcla de historia y mitología.

Las danzas nocturnas

La noche en la aldea fue uno de los momentos más memorables para Ahmed. La comunidad organizó una danza alrededor de una gran fogata. Los tambores resonaban en la noche mientras los aldeanos cantaban y bailaban. Ahmed se unió al círculo, tratando de imitar los movimientos que veía. Aunque no era perfecto, los aldeanos lo animaron con risas y aplausos.

Joseph le explicó que las danzas tradicionales no solo eran una forma de celebración, sino también una manera de contar historias y transmitir conocimientos de generación en generación.

El amanecer en el lago

En su última mañana en el lago Bunyonyi, Ahmed se levantó temprano para ver el amanecer. Subió a una colina cercana con Joseph, desde donde tenía una vista panorámica del lago y sus islas. Cuando el sol comenzó a salir, los tonos dorados y rosados del cielo se reflejaron en las aguas tranquilas del lago.

Ahmed cerró los ojos y respiró profundamente, sintiendo una paz que nunca había experimentado antes. Pensó en todo lo que había aprendido sobre Uganda: su gente, su naturaleza y su historia. “Este lugar es realmente especial,” dijo en voz baja.

Una despedida emocional

Antes de dejar Uganda, Ahmed pasó por un mercado local donde compró una pequeña figura tallada en madera que representaba un hipopótamo. Joseph le regaló una pulsera hecha de cuentas de colores. “Esto es para que siempre recuerdes la fuerza y la belleza de nuestro país,” dijo.

Mientras Ahmed se alejaba en el coche, miró por última vez las aguas del lago Bunyonyi. Sabía que las memorias de Uganda permanecerían con él para siempre.