El Río de Cristal
En un pueblo llamado Claro Azul, el Agua siempre había sido abundante. Los ríos fluían como hilos de plata, las lluvias eran generosas, y las montañas cercanas alimentaban un lago que reflejaba el cielo. Sin embargo, los habitantes nunca pensaban en el Agua como un Recurso que pudiera agotarse. La usaban sin medida: fuentes que corrían todo el día, campos regados hasta el exceso, y tuberías que goteaban sin que nadie las reparara.
Entre ellos vivía Nina, una niña curiosa que amaba jugar cerca del Río. Solía imaginar que las piedras susurraban historias sobre el Agua que viajaba desde las montañas hasta el mar. Un día, mientras recogía flores, encontró algo extraño: una roca brillante que parecía contener gotas de Agua en su interior. Al tocarla, una voz profunda habló:
—Soy Caudal, el guardián del Agua. He observado cómo Claro Azul desperdicia el regalo más preciado. Si no hacen un cambio, el Río de cristal desaparecerá.
Nina, asustada pero decidida, preguntó:
—¿Cómo podemos salvarlo?
—Debes enseñar a tu pueblo a cuidar el Agua. Tendrás tres desafíos, y si los superan, el Agua volverá a fluir con fuerza. Si fallan, el Río se secará para siempre.
El Primer desafío: La Fuente Inagotable
El primer desafío apareció al día siguiente. Una de las fuentes principales del pueblo, que siempre había corrido con fuerza, de repente dejó de brotar. Los habitantes corrieron alarmados hacia la plaza.
—¡La Fuente se ha secado! —gritaban.
Nina aprovechó la ocasión para hablarles:
—¿Alguna vez se han preguntado cuánta Agua desperdiciamos? La Fuente nos ha dado Agua sin medida, pero nunca la hemos cuidado.
Propuso que cada familia trajera baldes de Agua del Río para rellenar la Fuente, pero con una condición: debían usar solo lo necesario y devolver el resto al Río. Al principio, muchos protestaron, pero pronto entendieron que cada gota contaba. Al final del día, la Fuente volvió a brotar, pero esta vez con un flujo más lento, como recordatorio de que no era infinita.
El Segundo desafío: El Campo Seco
El segundo desafío apareció en los campos. Las plantas comenzaban a marchitarse porque el sistema de Riego, que desperdiciaba grandes cantidades de Agua, había dejado de funcionar. Los agricultores estaban desesperados.
Nina, recordando las palabras de Caudal, les dijo:
—Si seguimos regando como antes, no quedará Agua para nadie. ¿Y si encontramos maneras más cuidadosas de usarla?
Juntos, construyeron canales pequeños y cubrieron la tierra con hojas secas para retener la humedad. Descubrieron que con menos Agua, pero bien usada, las plantas volvían a florecer. Los agricultores aprendieron que cuidar el Agua también significaba cuidar sus cosechas.
El Tercer desafío: El Río Silencioso
El último desafío fue el más difícil. El Río que había sido el corazón del pueblo comenzó a secarse. Nina corrió hacia la roca de Caudal y le suplicó ayuda.
—¿Por qué el Río se seca si hemos aprendido a cuidar el Agua?
Caudal respondió:
—Porque aún queda un último paso: deben proteger el Río de la Contaminación. Muchos de ustedes han arrojado basura en sus aguas. Si no lo limpian, aunque haya Agua, no será segura para nadie.
Nina organizó una limpieza masiva del Río. Niños, adultos y ancianos trabajaron juntos para sacar toda la basura y construir barreras naturales con plantas para filtrar el Agua. Poco a poco, el Río comenzó a recuperar su brillo, y el susurro de sus aguas volvió a llenar el aire.
El Agua Regresa
Cuando el pueblo terminó de limpiar el Río, la roca de Caudal brilló con intensidad. Una lluvia suave comenzó a caer, llenando el Río, la Fuente y los campos. Los habitantes entendieron que el Agua era un regalo que debían proteger con acciones diarias.
Desde entonces, Claro Azul se convirtió en un ejemplo para otros pueblos. Nina, aunque era solo una niña, se convirtió en la voz que recordaba a todos que cuidar el Agua era cuidar la vida.
Moraleja
El Agua es un Recurso esencial y limitado. Su Conservación depende de nuestras acciones, desde evitar el desperdicio hasta protegerla de la Contaminación. Cada gota cuenta para asegurar un futuro en Equilibrio con la naturaleza.